A diferencia del rectificado sin centros, el roscado por laminación permite formar la rosca en un determinado material gracias a un rodillo con el contorno deseado en negativo. Ejerciendo la presión suficiente, el material queda deformado y grabado al finalizar el proceso.

El laminado de roscas proporciona una mayor precisión de rosca ahorrando en la economía de material y llegando a producciones mucho más altas. Además, el trabajo en frío que tiene lugar en el proceso de laminado de roscas produce un incremento en la resistencia a la tensión y un acabado superficial mejor que el obtenido en operaciones de corte.

La factibilidad de este proceso depende principalmente de cuatro factores: el material a laminar, el perfil a laminar, la máquina y la herramienta. Desde Burgelu te asesoramos en todo el proceso para que consigas el mejor resultado en la laminación de roscas.